Sí se puede. De niño Conoció la pobreza y la violencia, pero hoy cambió su destino. Marco Antonio Roldán egresa en Trujillo con otros cuatro ex pandilleros rescatados por la PNP. Ocho jóvenes más se preparan para seguir su ejemplo.
De niño conoció la pobreza y la violencia de las barras bravas. De padres separados y rodeado de menores en riesgo, sin futuro como él, Marco Antonio Roldán de la Cruz pensó que quería cambiar su destino.Decidió darle la espalda a la mala vida que llevó desde pequeño, que solo le había otorgado penas. Desde entonces comenzó a imaginarse respetado y digno.
Así, a los 17 años, comenzó una transformación que lo alejó de la delincuencia, y hoy, casi tres años después, se ha graduado con honores en la Escuela Técnica Superior de la Policía Nacional, en Trujillo.
En el cuadro de mérito
“Con esfuerzo y dedicación acaba de egresar ocupando el primer puesto en el cuadro de mérito”, reveló ayer el ministro del Interior, Octavio Salazar Miranda.
Natural de Florencia de Mora, uno de los lugares de La Libertad en los que la delincuencia va ganando terreno, Roldán de la Cruz ha contribuido a concretar una tregua entre pandillas rivales.
Ha testificado como ‘experto’ en casos judiciales, aboga por mejoras legislativas en favor de programas de intervención y prevención y les habla a los jóvenes sobre el futuro sombrío que ofrecen las pandillas y las barras bravas.
Roldán es hoy un verdadero ejemplo de superación.
“Siempre quise ser un policía”
“Un día decidí cambiar. Llegué a casa, miré que la pobreza todavía seguía, las pandillas, los problemas en la calle eran los mismos y no quería ser parte de esa vida”, expresó Roldán de la Cruz.
“Fuimos a la fábrica de escobas, nos prepararon tres años y postulamos a la Escuela Técnica de la PNP a pesar de que la gente no tenía fe en nosotros (los pandilleros). Siempre quise ser policía, y ahora tengo muchas ganas y estoy listo y confiado en todo lo que he aprendido”, señaló.
“Siempre quise ser un policía”
“Un día decidí cambiar. Llegué a casa, miré que la pobreza todavía seguía, las pandillas, los problemas en la calle eran los mismos y no quería ser parte de esa vida”, expresó Roldán de la Cruz.
“Fuimos a la fábrica de escobas, nos prepararon tres años y postulamos a la Escuela Técnica de la PNP a pesar de que la gente no tenía fe en nosotros (los pandilleros). Siempre quise ser policía, y ahora tengo muchas ganas y estoy listo y confiado en todo lo que he aprendido”, señaló.
Egresan cinco jóvenes
Como él hay otros doce jóvenes que han ingresado a la escuela de la policía. Weiner Pereda Urquiaga, Alexander Lozano Ibáñez, Cristian Figueroa Castillo y Karen Carrión Vega egresan hoy con Marco Antonio Roldán.La patrulla juvenil de la fábrica de escobas que fundó el general Octavio Salazar fue influyente para que dejaran las pandillas.
“La técnico Charo Rafael se esforzó en mostrarme qué era lo que la calle me ofrecía, y la calle no me ofrecía nada”, recuerda Roldán.
A los 10 y 11 años, en plena etapa escolar, comenzaron a incursionar en el mundo de las pandillas al ver cómo otros chicos de su edad seguían ese camino. “Muchos no cuentan con nadie y solo tienen tres opciones: llegar a albergues, a iglesias o a la calle, donde están las pandillas”.
El Gobierno Regional La Libertad representada por el Ing. José Murgia Zannier hizo un reconocimiento, mediante la entrega de un Diploma de Honor, por la destacada Labor Policial, participación e integración con la comunidad.
